El etanol, un alcohol simple hecho a partir de granos, es conocido como una herramienta para combatir el cambio climático. Si bien el etanol generalmente se considera una fuente de combustible renovable, un equipo de investigación del Centro RIKEN para la Ciencia de los Recursos Sostenibles en Japón ha explorado otro beneficio importante del etanol: puede ser una forma para que las plantas luchen contra sequías devastadoras.
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Cómo las sequías dañan los cultivos
El estudio, dirigido por el investigador Motoaki Seki y un equipo de más de dos docenas de científicos, llega en un momento de sequías sin precedentes impulsadas por el aumento de las temperaturas. Junto con una población mundial en crecimiento que se espera que alcance los 9.5 mil millones de personas en las próximas tres décadas, es probable que las sequías devasten los suministros de alimentos, lo que hace que sea aún más imperativo encontrar una solución lo más rápido posible.
La falta de agua afecta la capacidad de las plantas para convertir la luz solar en azúcar, lo que limita su crecimiento. Los pequeños poros en la superficie de las hojas de las plantas, llamados estomas, regulan cómo las plantas absorben y liberan gases, así como su capacidad para retener agua.
Gran parte de la investigación existente sobre cómo las sequías afectan a las plantas se centra en la capacidad de estos estomas para controlar la transpiración, o la cantidad de vapor de agua que libera una planta. Un estudio diferente de 2017 mostró a los investigadores que el etanol puede ayudar a disminuir los efectos del estrés por sal y calor. Los investigadores también sabían que las plantas producen etanol cuando no pueden acceder a suficiente agua. Partiendo de esas ideas, Seki y su equipo plantearon la hipótesis de que dar etanol a las plantas en épocas de sequía podría ser la solución.
El etanol ayuda a las plantas a desestresarse
Probaron la teoría con Arabidopsis thaliana, una planta que se utiliza habitualmente en experimentos científicos, así como con plántulas de arroz y trigo, que tienen más probabilidades de cultivarse para un suministro generalizado de alimentos. Cultivando las plántulas en condiciones controladas de laboratorio con abundante agua, los investigadores trataron su suelo con etanol al 3% (que se empapó desde el fondo) y dejaron de regar las plantas cuando tenían unas pocas semanas de