El índice de apoyo potencial, definido como el número de adultos en edad de trabajar (25-64 años) por adulto mayor (65+), pone de relieve las implicaciones de una población que envejece. Para 2050, muchos países, en particular en Europa y Asia, experimentarán índices de apoyo inferiores a dos, lo que indica una carga creciente para los sistemas de salud y asistencia social. Esta tendencia subraya la necesidad urgente de estrategias innovadoras de salud pública para gestionar el envejecimiento de las poblaciones.
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Abordar el edadismo y la diversidad en el envejecimiento
A medida que la población envejece, surgen estereotipos negativos, a menudo denominados «edadismo», que enmarcan a los adultos mayores como una carga para la sociedad. Sin embargo, existe una considerable diversidad entre los adultos mayores. La OMS define el edadismo como la inclusión de estereotipos, prejuicios y discriminación basados en la edad, con implicaciones globales tanto para las poblaciones mayores como para las más jóvenes. En Europa, las personas más jóvenes informan que experimentan más discriminación por edad que los adultos mayores. El edadismo también se cruza con otras formas de desventaja, como las relacionadas con el género, la raza y la discapacidad, lo que exacerba aún más la desigualdad.
En el Reino Unido, la población que envejece ha aumentado de manera constante: la población de 65 años o más aumentó del 16,4 % en 2011 al 18,6 % en 2021. Las proyecciones sugieren que para 2066, una de cada cuatro personas en el Reino Unido tendrá más de 65 años. Si bien la esperanza de vida ha mejorado, la esperanza de vida sin discapacidad (EDV) sigue siendo motivo de preocupación. La esperanza de vida sin discapacidad (EDV) para los hombres es de alrededor de 9,9 años, y para las mujeres, de aproximadamente 9,8 años después de los 65 años, lo que indica que una parte significativa de los adultos mayores puede vivir con problemas de salud.
El Decenio del Envejecimiento Saludable
El Decenio del Envejecimiento Saludable de las Naciones Unidas tiene como objetivo abordar los desafíos del envejecimiento de la población mediante la acción colectiva en cuatro áreas: combatir el edadismo, apoyar a las comunidades para los adultos mayores, brindar atención integrada y centrada en la persona y garantizar el acceso a una atención de calidad a largo plazo. El envejecimiento saludable se centra en mantener las capacidades funcionales para el bienestar, clasificando a los adultos mayores como funcionalmente independientes, frágiles o dependientes. Dos componentes clave influyen en el envejecimiento: la capacidad intrínseca, que abarca la salud física y mental, y los factores ambientales, que incluyen el apoyo social y comunitario. Juntos, estos elementos determinan la capacidad de los adultos mayores para funcionar de manera efectiva y llevar una vida plena.
El vínculo entre la salud bucal y el envejecimiento
Los problemas de salud bucal relacionados con la edad no se deben simplemente al envejecimiento en sí, sino que están vinculados a las comorbilidades
Al igual que las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los efectos secundarios de los medicamentos, que exacerban los riesgos de enfermedades dentales.
El deterioro de la salud bucal es un problema importante para los adultos mayores, con altos niveles de enfermedades dentales prevalentes entre este grupo demográfico. El Estudio de la Carga Global de Enfermedades clasifica los trastornos bucales como una de las principales causas de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) a nivel mundial, afectando a millones de adultos mayores. Estimaciones recientes indican que las afecciones dentales no tratadas afectan a más del 57% de los adultos mayores. En particular, la caries radicular, que a menudo no se trata, representa una carga significativa, especialmente en entornos institucionalizados.
Los problemas de salud bucal, en particular la caries dental y la enfermedad periodontal, afectan significativamente la calidad de vida de los adultos mayores. A pesar de la creencia común de que la pérdida de dientes es una parte normal del envejecimiento, el proceso de envejecimiento en sí no es un factor de riesgo independiente para el deterioro de la salud bucal. En cambio, las afecciones sistémicas, los medicamentos y el acceso a la atención dental desempeñan un papel fundamental en los resultados de salud bucal.