Desde un safari a caballo en Brasil hasta uno de los espectáculos sexuales más extravagantes del mundo marino, estos encuentros con la vida salvaje permiten a los viajeros encontrarse cara a cara con los animales, sin acercarse demasiado.
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Durante casi un siglo, personas de todo el mundo han celebrado el Día Mundial de los Animales. Lanzado en 1925, el evento anual del 4 de octubre está diseñado para generar conciencia sobre las cuestiones de los derechos de los animales y ayudar a mejorar el tratamiento y el bienestar de la vida silvestre. Hoy, el esfuerzo internacional incluye más de 90 embajadores en 70 países, y en las últimas décadas, los viajes han jugado un papel cada vez más importante en la conservación de la vida silvestre.
Desde las llanuras cubiertas de hierba de la sabana africana hasta las profundidades de los océanos del sur de Australia, la gente ha buscado durante mucho tiempo encontrarse cara a cara con algunas de las criaturas más notables del planeta. Pero en muchos lugares, el desarrollo no regulado y el cambio climático son un riesgo creciente para la existencia continua de estos animales. De hecho, según un informe de la ONU, más de un millón de especies de plantas y animales están ahora amenazadas de extinción.
Otro problema que parece estar aumentando son los encuentros descuidados con humanos. Los últimos años han estado llenos de historias de turistas que interactúan con la vida silvestre de maneras que son peligrosas tanto para ellos como para los animales en cuestión. Pero por cada interacción imprudente con los animales sobre la que leemos, ahora hay innumerables guías, guardianes locales y empresas de ecoturismo responsables que muestran a las personas cómo pueden experimentar encuentros respetuosos con la vida silvestre y, al mismo tiempo, contribuir a su conservación.
Desde el avistamiento de ballenas en México hasta el avistamiento de lémures en Malasia, estas son algunas de las experiencias de vida silvestre más notables en todo el mundo, donde los viajeros que respetan las reglas son bienvenidos.
1. Whyalla, Australia: Sea testigo de la reunión de sepias más grande del mundo
Todos los años, de mayo a septiembre, cientos de miles de sepias gigantes australianas se reúnen en el Parque Marino del Golfo Upper Spencer en Australia del Sur en uno de los espectáculos sexuales más extravagantes del mundo animal. Estrechamente emparentados con el pulpo, estos moluscos inteligentes pueden cambiar de color y textura instantáneamente, y cuando se aparean, se sabe que los animales emiten tonos palpitantes y los machos se disfrazan de hembras. En ningún otro lugar del mundo los nadadores pueden observar comportamientos de apareamiento tan espectaculares y extraños en masa como aquí en Whyalla, y los proveedores locales ofrecen viajes guiados responsables para verlos.
2. Laguna San Ignacio, México: vaya a donde las ballenas vienen a observarlo
En El Vizcaíno, un santuario de ballenas protegido en la península de Baja California Sur en México, se sabe que las ballenas grises se acercan de manera regular y voluntaria a los barcos pesqueros por pura curiosidad, lo que genera nuevos recorridos de avistamiento de ballenas donde las ballenas son las que realizan el avistamiento. Estas interacciones únicas están ayudando a impulsar la conservación y protección de su hábitat, además de proporcionar una forma segura para que los visitantes interactúen con estos majestuosos gigantes gentiles.